¿Cuáles fueron virtudes de San Martín de Porres? Las virtudes son cualidades positivas que guían nuestras acciones y forman nuestro carácter. Son esenciales para vivir una vida plena, significativa y éticamente sólida.
San Martín de Porres es considerado el santo de la humildad. Es conocido en la cultura popular peruana como Fray Escoba.
Las virtudes de San Martín de Porres fueron la caridad, la humildad, la paciencia, la obediencia y la perseverancia. Aquí daremos una explicación detallada de cada una de ellas, así como de otras virtudes.
San Martín de Porres y la caridad
La caridad, o amor al prójimo, es una virtud fundamental en la tradición católica. En este contexto, no nos referimos a la iglesia como institución, sino a la comunidad de creyentes y a cómo este amor puede manifestarse en acciones cotidianas.
Desde la perspectiva de San Martín de Porres la caridad es mucho más que una donación económica; es un llamado a estar presente para los demás en todos los aspectos. Implica compartir nuestro tiempo, escuchar, entender y ayudar a aquellos que están luchando.
Es una respuesta a la necesidad humana, independientemente de las diferencias religiosas, políticas o sociales.
San Martín de Porres y la humildad
La humildad es una virtud que a menudo se malinterpreta como debilidad o sumisión. Sin embargo, desde una perspectiva social y emocional, la humildad es la habilidad de reconocer nuestras limitaciones y valorar a los demás sin sentirnos amenazados o inferiores.
Según San Martín de Porres, la humildad nos permite escuchar a otros, aceptar críticas constructivas y aprender de nuestras experiencias. Promueve la comprensión, la cooperación y la armonía en nuestras interacciones con los demás. Cuando somos humildes, podemos ver el mundo desde una perspectiva más amplia y apreciar la diversidad y la riqueza de la experiencia humana.
San Martín de Porres y la paciencia
El mundo moderno está lleno de pruebas que desafían nuestra paciencia. Desde el estrés de la vida en la ciudad hasta la sobrecarga de información, estamos constantemente bombardeados con demandas y estímulos que pueden hacer que nos sintamos ansiosos y apresurados.
La paciencia no es solo una virtud, sino una habilidad necesaria. Nos permite manejar la presión de la vida moderna sin perder la calma, mantener la claridad mental y tomar decisiones racionales en lugar de reaccionar impulsivamente.
Si nos basamos en la vida de San Martín de Porres, podemos aprender a disfrutar del presente y a apreciar el viaje, no solo el destino.
San Martín de Porres y la obediencia
La obediencia es una virtud central en la enseñanza cristiana, pero su interpretación puede ser compleja. Jesús enseñó a sus seguidores a obedecer los mandamientos de Dios, pero también los animó a desafiar las normas sociales y religiosas que eran opresivas o injustas.
Para San Martín de Porres, la obediencia no era una sumisión ciega a la autoridad, sino un compromiso con la justicia, la verdad y el amor. Implica escuchar la voz de Dios en nuestra conciencia y hacer lo que es correcto, incluso cuando es difícil o impopular.
San Martín de Porres y la perseverancia
La perseverancia es una virtud esencial para superar los desafíos y alcanzar nuestras metas. San Martín de Porres citaba de cerca algunos versículos de los libros de Isaías.
Isaías 40:31 dice: “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.
En Isaías 41:10 encontramos: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te fortalece; siempre te ayudaré, siempre te sostendré con la diestra de mi justicia”.
Finalmente, en Isaías 43:2, leemos: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”.
Otras virtudes de San Martín de Porres
El servicio fue considerado años más tardes como una de las virtudes de San Martin de Porres. Puesto que se destacó todo el servicio que realizo en el convento de Nuestra Señora del Rosario en Lima.
Sin embargo, podríamos destacar otras virtudes como el escuchar, orar, comunicar, sanar, creer y una larga lista de condiciones que son necesarias para llevar una vida de servicio.
Martín de Porres falleció en 1639 y sus restos se encuentran en la Basílica de Santo Domingo en Lima. Fue canonizado en 1962 por Juan XXIII y es patrono de la Justicia Social y de los hermanos cooperadores dominicos. Por último, te preguntamos a ti si de esta lista de virtudes de San Martín de Porres practicas una o varias.
Me gusto la idea central, pero debemos recordar que su legado es para nosotros una muestra de fe y devocion. La pregunta en el futuro es quien puede enseñarnos todas esas virtudes divinas