La vida de San Martín de Porres, el santo de la escoba es un testimonio de caridad, humildad y devoción, y su historia se convirtió en un ejemplo de santidad. Sus acciones y sus experiencias sobrenaturales siguen siendo una fuente de inspiración y asombro para aquellos que buscan un camino de fe y amor incondicional hacia los demás.
Su legado perdura, no solo como un hombre de habilidades médicas excepcionales y amor por los necesitados, sino también como un santo cuya fe trascendió lo ordinario y tocó lo divino. Por lo tanto, hoy dedicamos algunos párrafos para tratar de contar la historia de San Martín de Porres.
¿Cómo fueron los inicios de la vida de San Martín de Porres?
San Martín de Porres Velázquez nació en Lima, Perú (9 de diciembre de 1579), hijo natural de Juan de Porras y Ana Velázquez. Su nacimiento estuvo marcado por una particularidad, pues fue bautizado como hijo de padre desconocido en la parroquia de San Sebastián. Criado por su amorosa madre Ana Velázquez en la calle Malambo, collación de San Lázaro, Martín creció en un entorno humilde pero lleno de fe y dedicación.
Desde muy joven, Martín mostró una gran habilidad y pasión por ayudar a los demás. Trabajó como aprendiz de barbero con Mateo Pastor y Francisca Vélez, y, además, desarrolló habilidades en cirugía, extracción dental y medicina. Su vida estaba dedicada a servir, y atendía a los necesitados del barrio de San Lázaro con una generosidad que le hizo ganarse fama por sus curaciones.
Sin embargo, no era solo su habilidad médica lo que lo distinguía. Participaba activamente en la lectura sagrada, la oración y la liturgia en la parroquia de San Lázaro, mostrando una devoción y espiritualidad que inspiraban a quienes lo rodeaban. Su vocación religiosa fue influenciada, además, por el prior fray Francisco de Vega y fray Juan de Lorenzana.
Su vida en Nuestra Señora del Rosario de Lima
En 1595, su fe lo llevó a ingresar en el convento de Nuestra Señora del Rosario de Lima. Entró como donado en la Orden Tercera de Santo Domingo, un paso significativo en su camino espiritual. En el convento, cumplía labores de criado y realizaba tareas de limpieza con humildad y dedicación. Ejercía, asimismo, como barbero para la comunidad de más de doscientos frailes.
Martín de Porres no era un hombre común. Su labor en el convento y su humildad le llevaron a ser considerado un ejemplo de santidad. Desarrolló su espiritualidad y caridad a lo largo de su vida, siendo conocido por su servicio incondicional a los necesitados y su profunda devoción religiosa.
Juan de Porras (padre), después de algún tiempo, regresó a Lima y se encontró con la vocación de su hijo Martín. Aprobó la decisión de su hijo de ingresar al convento, pero no quería que fuera donado.
Sin embargo, logró convencer a fray Juan de Lorenzana y consiguió que la Orden aceptara a Martín como hermano lego. A pesar de eso, Martín rechazó la oferta de ser hermano lego y prefirió continuar con los mismos oficios, demostrando humildad y dedicación en sus labores cotidianas.
¿Cuáles fueron las atribuciones en vida de Martín de Porras?
El 2 de junio de 1603, profesó los votos de obediencia, castidad y pobreza, y adoptó el nombre de hermano Martín de Porras en su profesión solemne. Fue nombrado enfermero del convento del Rosario de Lima por sus habilidades en cirugía y botica, y atendió a enfermos, curó llagas y sajó tumores, ganando fama por sus habilidades médicas.
Aun así, recibió críticas de sus hermanos por acoger a enfermos en el convento, pero su caridad y devoción hacia los marginados y necesitados no se vieron disminuidas.
Además, fundó el Asilo y Escuela de Huérfanos de la Santa Cruz en Lima, utilizando donaciones de mecenas y su hermana Juana para crear el asilo y la escuela. Sus obras benéficas recibieron el apoyo del virrey Luis Jerónimo Hernández de Cabrera, consolidando su reputación como hombre santo y admirado por su labor caritativa.
Se dice que experimentó dones sobrenaturales como la sanación milagrosa y, a menudo, respondía a las personas buscando curación: Yo te curo, Dios te sana. También se le atribuyeron dones como la ciencia infusa y la bilocación, y era conocido por su sabiduría y consejo espiritual.
Se hablaba de su capacidad de entrar y salir del convento de manera inexplicable, y se le atribuyeron experiencias de levitación e invisibilidad. Además, se decía que practicaba la profecía y tenía éxtasis espirituales.
Fallecimiento de San Martín de Porres
La tristeza inundó la ciudad de Lima cuando la noticia de la agonía de Martín de Porres se esparció por las calles. Falleció casi a los sesenta años debido a una enfermedad febril, pero su partida fue más que la pérdida de un hombre; fue la despedida a un hermano, a un consuelo para los necesitados, y a un amigo para todos quienes lo conocían.
El virrey Luis Jerónimo Fernández de Cabrera y Bobadilla, en un gesto de respeto y reconocimiento, acudió a su lecho de muerte y le pidió su intercesión desde el Cielo. En sus últimos momentos, Martín pidió a los religiosos recitar el credo en voz alta y falleció mientras lo hacían, el 3 de noviembre de 1639, en la Ciudad de los Reyes, capital del virreinato del Perú. Su fallecimiento no fue un simple adiós; fue un momento de unión y devoción en toda la ciudad.
La despedida multitudinaria que le dio Lima fue un reflejo de su amor y respeto por todas las clases sociales. Las autoridades civiles y eclesiásticas llevaron su cuerpo en hombros hasta la cripta, mientras las campanas doblaban en su honor.
La devoción popular fue tan intensa que se realizó un entierro rápido, pero su memoria permanece viva en los corazones de quienes lo conocieron y en los anales de la historia.
Fechas históricas importantes de San Martín de Porres
- 9 de diciembre de 1579: San Martín de Porres Velázquez nació en Lima.
- 1587: Juan de Porras regresó a Lima para reconocer la paternidad de sus hijos y llevarlos consigo a Guayaquil.
- 1590: Juan de Porras recibió la orden del virrey García Hurtado de Mendoza de regresar a Panamá, pasando por Lima, y en ese viaje, Martín lo acompañó para quedarse en Lima.
- 1591: Martín entró a servir como aprendiz de barbero a las órdenes de Mateo Pastor.
- 1595: Ingresó en el convento de Nuestra Señora del Rosario de Lima.
- 1595: Martín desempeñó en el convento el oficio de barbero.
- 1596: A los diecisiete años, su padre lo visitó en el convento.
- 1596 – 1600: En algún momento de estos años, es muy probable que conociera personalmente a Santa Rosa de Lima.
- 2 de junio de 1603: Profesó los votos de obediencia, castidad y pobreza en el convento.
- 1629: El virrey Luis Jerónimo Hernández de Cabrera, conde de Chinchón, llegó a Lima y tomó conocimiento de los hechos de Martín.
- 3 de noviembre de 1639: Martín cayó enfermo y falleció.
- 1660-1664: Inician los procesos diocesanos.
- 1679-1686: Inician los procesos apostólicos, lo que llevó a cabo su causa de beatificación.
- 1837: Fue beatificado por Gregorio XVI.
- 1962: San Martín de Porres fue canonizado por Juan XXIII.
¿Cuáles fueron los milagros de San Martín de Porres?
- Bilocación: Se le atribuye haber sido visto en lugares tan distantes como México, África, China y Japón sin salir de Lima, llegando a la cama de moribundos para consolarlos o curarlos, e incluso atravesando puertas cerradas.
- Control sobre la naturaleza: Martín tenía un control inusual sobre las plantas y los animales, logrando que germinaran antes de tiempo y que diferentes especies convivieran en armonía.
- Sanación: Muchos testimonios atribuyen a San Martín de Porres el don de la sanación, curando enfermos desahuciados mediante métodos tanto convencionales como inverosímiles.
- Levitación y éxtasis: Durante la oración, algunas personas afirmaron que levitaba y entraba en éxtasis, desconectándose de su entorno.
- Videncia: Poseía la capacidad de conocer las necesidades o deseos secretos de los pobres y enfermos, así como predecir eventos futuros.
Milagros específicos para su canonización
- Elvira Moriano: Sanó su ojo derecho después de que los médicos dijeron que perdería la visión.
- Niño Melchor Varanda: Se recuperó de una fractura de cráneo que lo había dejado desahuciado.
- Anciana en Paraguay (1948): Se recuperó milagrosamente de un infarto.
- Antonio Cabrera Pérez en Tenerife (1956): Su pierna izquierda se curó de una gangrena después de rezar a Martín de Porres.
¿Qué nos enseña San Martín de Porres?
Su vida es una inspiración que nos invita a reflexionar sobre nuestra capacidad para vivir como él. A pesar de los desafíos que enfrentó, incluyendo enfermedades y pobreza, nunca se quejó. En cambio, encontró fuerza y propósito en su fe y en su servicio a los demás.
En la actualidad, nos encontramos a menudo quejándonos y rechazando los desafíos que se presentan en nuestras vidas. La actitud de San Martín de Porres hacia estas pruebas podría ser una guía para nosotros. Él entendía que los obstáculos eran oportunidades para crecer y servir, en lugar de razones para la amargura o el descontento.
Si San Martín de Porres estuviera entre nosotros hoy, su mensaje divino probablemente enfatizaría la importancia de la compasión, la tolerancia y la humildad. Nos animaría a aceptar los desafíos con gracia, a ver la belleza en todas las criaturas de Dios y a tratar a los demás con amor y respeto, independientemente de su estatus social.
La conexión de San Martín con los animales nos lleva a pensar en otros santos, como San Roque, que también tenían una relación especial con los animales y sanaban a los enfermos. Esta conexión no es casual; refleja una profunda comprensión de la creación como un todo interconectado, donde los humanos, los animales y la naturaleza existen en armonía.
Para vivir en comunión y humildad, podríamos aprender de su vida y hacer cambios en nuestra propia vida. Esto podría implicar ser más agradecidos, aceptar los desafíos con una actitud positiva, y tratar a los demás y a todos los seres vivos con respeto y amor.
La humildad y la caridad de San Martín no solo lo hicieron un santo, sino que también lo convirtieron en un modelo a seguir. Nos enseña que, a pesar de nuestras imperfecciones y dificultades, podemos vivir una vida llena de gracia y compasión, y así acercarnos más a la divinidad.
Preguntas frecuentes
¿Cómo murió San Martín de Porres?
San Martín de Porres murió a la edad de 59 años debido a una enfermedad febril en 1639. En aquellos tiempos, las enfermedades febriles eran a menudo mal comprendidas y podrían haber sido causadas por una variedad de infecciones. La falta de diagnóstico y tratamiento preciso podría haber llevado a su fallecimiento.
¿Con qué otros nombres se le conoce a San Martín de Porres?
Se le conoce como Fray Escoba, atribuido a su humilde tarea de limpieza en el convento; el Santo de la Escoba, una extensión del apodo anterior; el Santo de los Ratones, relacionado con su amor por los animales; y el Santo de América, en honor a su devoción en el continente.
¿Cuáles son los atributos de El Santo de los Ratones?
Los atributos de San Martín de Porres como El Santo de los Ratones incluyen un Perro y un Gato, símbolos de su armonía con los animales; una Escoba, representando su humildad; un Crucifijo, su fe profunda; un Ratón, su cuidado de todas las criaturas; y una Paloma, simbolizando su pureza y paz.
¿Se conocieron Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres?
Aunque no existen registros concretos de un encuentro entre Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres, es plausible que se hayan conocido. Ambos frecuentaban el mismo convento y la misma ciudad de Lima, lo que sugiere una posibilidad de interacción y conocimiento mutuo.
¿Cuál es la procesión de San Martín en Lima?
La procesión de San Martín de Porres en Lima es una celebración solemne que incluye una marcha ceremonial en su honor. Las fiestas incluyen misas, oraciones, música y la veneración de su imagen. Se reúnen devotos y la comunidad en general para rendir tributo y recordar sus enseñanzas y obras milagrosas.
¿Dónde se encuentran los restos del santo de la escoba?
Sus restos descansan en la Basílica y Convento de Santo Domingo en Lima, junto a los de santa Rosa de Lima y San Juan Macías. Aun así, su legado trasciende su tumba, pues en la actualidad, es venerado como patrono de la Justicia Social, patrono universal de la Paz, y patrón de los enfermos, los pobres y la intercesión de los animales.
¿Cuándo se celebra el aniversario de su muerte?
La festividad de San Martín de Porres se celebra el 3 de noviembre, pero su recuerdo y su ejemplo perduran cada día en las acciones de aquellos que buscan servir a los demás, amar sin condiciones y vivir una vida de fe y devoción.
La ciudad de Lima, y, de hecho, el mundo entero, perdió a un santo, pero ganó un intercesor celestial que sigue guiando y consolando a quienes buscan seguir su camino. Su vida fue un testimonio, su muerte, una conmemoración, y su legado, una inspiración eterna.