Cómo saber si eres parte de la generación que busca espiritualidad fuera de las iglesias tradicionales

¿Sientes que algo te falta aunque no sepas ponerle nombre? ¿Alguna vez has querido sentir lo trascendente sin necesidad de sentarte en una banca los domingos por la mañana? Si esa intuición te resulta familiar, probablemente formas parte de una generación que ha comenzado a caminar su propia ruta espiritual lejos de las instituciones religiosas tradicionales.

Este fenómeno no es exclusivo de Chile, pero en nuestro país se ha vuelto cada vez más visible, especialmente entre los jóvenes adultos. No se trata de una pérdida de fe, sino de una transformación en la forma de vivirla. Lo que antes se buscaba en la solemnidad del púlpito, hoy muchos lo encuentran en una caminata por el Cajón del Maipo, en una clase de meditación, en una conversación íntima o incluso en un podcast. La espiritualidad no ha desaparecido. Solo ha cambiado de lugar.

Un giro generacional: del templo a la experiencia

Desde hace más de una década, los estudios del Latinobarómetro han reflejado una tendencia clara: la disminución sostenida en la afiliación religiosa formal en América Latina, y particularmente en Chile. En su informe de 2023, se señala que solo un 45% de los chilenos se declara católico, cifra que ha caído 30 puntos porcentuales desde 1995. Paralelamente, los que se identifican como «sin religión» ya superan el 30%, y en los menores de 35 años esa proporción es aún mayor.

¿Quiere decir eso que se ha perdido la espiritualidad? Todo lo contrario. Lo que se ha desvanecido es la necesidad de una estructura jerárquica para experimentarla. Las nuevas generaciones —especialmente los llamados millennials y centennials— están menos dispuestas a aceptar dogmas que no resuenan con sus vivencias. Prefieren caminos personalizados, flexibles, donde la conexión con lo espiritual no dependa de rituales prefijados.

¿Qué significa hoy ser espiritual?

La palabra “espiritualidad” ha sido tan usada que a veces parece vacía. Pero no lo es. Tiene bordes difusos, sí, y tal vez esa misma ambigüedad es lo que la hace atractiva. En general, implica una búsqueda de sentido, de conexión con algo más grande que uno mismo —sea eso Dios, el universo, la naturaleza o simplemente la comunidad—.

Un estudio del Pew Research Center publicado en 2023 mostró que más del 70% de los jóvenes entre 18 y 30 años en América Latina se consideran espirituales, aunque no necesariamente religiosos. Esto sugiere que las preguntas esenciales —¿por qué estamos aquí?, ¿qué sentido tiene el sufrimiento?, ¿cómo vivir una vida plena?— siguen tan vivas como siempre. Solo han cambiado los caminos para responderlas.

Motivos detrás del alejamiento de las iglesias tradicionales

Las razones por las cuales tantas personas —especialmente jóvenes— están dejando las iglesias tradicionales son múltiples. Algunas son personales; otras, profundamente sociales.

Falta de representatividad
Muchos sienten que las iglesias no reflejan sus valores ni preocupaciones actuales. Temas como la diversidad sexual, los derechos reproductivos, la crisis climática o la equidad de género son abordados, cuando se abordan, desde enfoques que no conectan con una visión ética más progresista.

Escándalos de abusos y falta de transparencia
La crisis de confianza en la Iglesia Católica chilena es profunda. Casos emblemáticos como el de Fernando Karadima provocaron un quiebre irreversible. Según una encuesta de Cadem en 2024, solo un 18% de los chilenos confía en la Iglesia Católica, ubicándola entre las instituciones peor evaluadas del país.

Una espiritualidad que no exige intermediarios
Muchos ya no creen necesitar a un sacerdote o pastor para comunicarse con lo sagrado. Las prácticas espirituales se han vuelto más directas: meditación, yoga, rituales ancestrales, lectura de filosofía oriental o simplemente la contemplación silenciosa.

Tiempo y libertad personal
La rigidez de los horarios y compromisos religiosos semanales choca con estilos de vida que valoran la autonomía. En un mundo donde cada minuto cuenta, muchas personas prefieren decidir cuándo, cómo y con quién vivir su dimensión espiritual.

Nuevas formas de espiritualidad que ganan espacio en Chile

Una mirada rápida a las redes sociales basta para notar que las alternativas espirituales están más vivas que nunca. Aquí algunos ejemplos que marcan tendencia en Chile:

PrácticaDescripciónPresencia en Chile
Meditación y mindfulnessTécnicas para enfocar la atención y calmar la mente. Inspiradas en el budismo, pero adaptadas a contextos seculares.Talleres en centros urbanos, programas en universidades, apps como Headspace o Calm.
Ceremonias ancestralesRituales con raíces indígenas, como temazcales o ceremonias con plantas medicinales como el ayahuasca o el rapé.Practicadas en sectores rurales y comunidades urbanas con respeto intercultural.
Astrología contemporáneaInterpretación simbólica de los movimientos celestes como herramienta de autoconocimiento y reflexión.Cuentas de Instagram y TikTok chilenas con miles de seguidores.
Espiritualidad ecológicaConexión con la naturaleza como forma de trascendencia. Ecologismo con tintes espirituales.Activismo medioambiental con dimensión espiritual, como los círculos de ecoespiritualidad.
Comunidades onlineEspacios digitales donde las personas comparten sus creencias, dudas, lecturas y experiencias espirituales.Grupos en redes sociales, Discord y plataformas como Patreon.

Testimonio: “Me alejé de la iglesia, pero no de la fe”

María José, 29 años, psicóloga, cuenta que fue criada en un entorno católico. “Iba a misa con mis padres todos los domingos, pero nunca sentí que tuviera espacio para hacer preguntas”. A los 21 dejó de asistir, pero no abandonó su búsqueda.

“Hoy rezo, pero no a un Dios con barba. Medito en las mañanas, leo a Thich Nhat Hanh y a Rumi. A veces voy a círculos de mujeres donde hablamos de espiritualidad desde lo femenino. Me siento más conectada conmigo misma y con algo más grande. No necesito etiquetas.”

Su historia no es excepcional. Refleja un giro más profundo en la forma en que las personas se relacionan con lo espiritual: ya no es una estructura impuesta, sino un camino que se construye día a día.

¿Qué rol tiene la comunidad en esta nueva espiritualidad?

Aunque muchos han dejado las instituciones religiosas, no por eso quieren vivir su fe en soledad. Lo comunitario sigue siendo importante. Pero ahora esas comunidades se construyen de manera más horizontal, menos jerárquica.

En Santiago, por ejemplo, existen círculos de meditación laica, grupos de lectura de textos espirituales, encuentros interreligiosos y colectivos que combinan arte, espiritualidad y activismo. Son espacios donde se comparte sin imponer, se cree sin dogmas, y se respeta la diversidad de caminos.

¿Estamos ante un cambio de paradigma?

Más que una crisis de fe, lo que vivimos podría entenderse como una expansión de la espiritualidad. Las personas siguen preguntándose por el sentido, el alma, el misterio, pero ya no aceptan respuestas empaquetadas. Prefieren crear las suyas.

Este fenómeno es reconocido por académicos como Linda Woodhead, socióloga de la religión, quien ha hablado del auge de la «espiritualidad a la carta»: un modelo donde cada persona escoge lo que le hace sentido, combina creencias, las adapta y las vive a su manera.

¿Y qué dicen las iglesias tradicionales?

Algunas han comenzado a reaccionar. La Iglesia Católica en Chile, por ejemplo, ha impulsado espacios de escucha y renovación a través del proceso sinodal convocado por el Papa Francisco. Pero no es suficiente. Aún existe una gran distancia entre las estructuras tradicionales y las inquietudes contemporáneas.

Las iglesias que más han logrado conectar con jóvenes son aquellas que ofrecen flexibilidad, diálogo y apertura. No casualmente, muchas de estas son comunidades más pequeñas, no necesariamente ligadas a las grandes instituciones.

¿Eres parte de esta generación?

Tal vez no te defines como creyente, pero practicas la gratitud diaria. Quizás nunca has entrado a una iglesia por decisión propia, pero sientes que hay algo sagrado en ver el amanecer desde la costa. Puede que no sepas en qué crees exactamente, pero intuyes que hay algo más.

Si ese es tu caso, no estás solo. Y tampoco estás perdido. Estás —como muchos— construyendo una forma propia de espiritualidad, sin necesidad de dogmas ni credenciales.

Como escribió el poeta John O’Donohue: “La espiritualidad es el aliento que da profundidad al alma; es lo que nos recuerda que la vida es más que un itinerario de compromisos”. Quizá se trate, en el fondo, de eso: respirar distinto, mirar con otros ojos, vivir con más sentido.

luis delgado periodista chileno

por Luis Delgado

Luis Delgado (Santiago, 1 de enero de 1980) es un periodista chileno que se especializa en temas religiosos y espirituales. Ha trabajado en varios medios de comunicación y ha publicado varios libros relacionados al estudio de la Biblia.

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