Hacer una oración para un enfermo es un acto de bondad y piedad. Es una manifestación de la creencia de Jesucristo y sus actos milagrosos en la curación de los enfermos. Desde luego, hacerla con fe nos ayudara a que las enfermedades pasen y que la medicina humana actúe según la voluntad de Dios.
Recuerda que cuando pedimos por nuestros seres queridos nos acompaña un poder mayor y es la sangre que compartimos como familia. La oración para un enfermo familiar tomara mayor poder, pero siempre es tu fe la que moverá las montañas y en este caso, disipara todas las enfermedades.
Oración para un enfermo y la salud de tus seres queridos.
Oh, Señor misericordioso, en este momento de fragilidad y aflicción, elevo mi corazón hacia Ti, buscando consuelo y sanidad. Confío en que Tú, Jehová, sostendrás mi lecho en la enfermedad, y en tu gracia, encontraré reposo.
Enfrento la oscuridad de la enfermedad, pero, oh Señor, que esta verdad resuene en mi corazón, disipando el miedo y dándome fortaleza para seguir adelante, pues Tú, Dios mío, eres mi refugio y mi amparo.
A medida que mi cuerpo se siente cansado y abrumado, recurro a Jesús que nos invita a llevar su yugo, prometiendo descanso para nuestras almas. Permíteme encontrar descanso en tu presencia, y que mi carga se vuelva ligera bajo el yugo de tu amor.
Que tu mano sanadora repose sobre mí, restaurando mi cuerpo y renovando mi espíritu. Confiando en tu fidelidad, espero en tu promesa de sanidad. Que tu luz disipe la tiniebla de la enfermedad y me saque de las sombras de la debilidad.
Así mismo, te pido que esta oración de fe me restaure, y que tu poder, oh Señor, se manifieste en mi sanidad física y espiritual. Que, en esta debilidad, pueda encontrar la plenitud de tu gracia y experimentar tu poder transformador.
En el nombre de Jesús, mi Salvador y Sanador, oro con fe y esperanza. Amén.
Luego de esta oración para un enfermo se recomienda unos minutos de meditación a su lado y dar la medicina que deba tomar bendiciendo la misma en el nombre de Dios.