La siguiente oración para que me llamen en 10 minutos se basa en la experiencia de distintas personas que han manifestado que los arcángeles son el camino más rápido para la petición de milagros.
Ellos son el camino directo a Jesucristo, por lo que enviar mensajes con ellos puede ayudarte a recibir rápidamente una respuesta.
Poderosa oración para que me llamen en 10 minutos
Invito a todos los que deseen hacer esta oración para que me llamen en 10 minutos a tener a mano papel, lápiz y dos velas blancas, ya que serán elementos importantes para este ritual. La oración para que me llamen en 10 minutos, inicia diciendo:
Enciendo la primera vela en honor a Zadquiel, el arcángel de la prosperidad y los milagros inesperados. Con tu guía, Zadquiel, imploro que los caminos se abran para que (nombre de la persona) me llame en los próximos 10 minutos. Que la prosperidad fluya en esta llamada, y que los milagros inesperados se manifiesten.
Enciendo la segunda vela en honor a Uriel, el arcángel de la manifestación divina. Uriel, te ruego que toques el corazón y la mente de (nombre de la persona) para que sienta la urgencia de llamarme. Que mi súplica desesperada sea escuchada y atendida en este corto plazo.
Jofiel, arcángel iluminador de mentes y espíritus, guía mis palabras y mi energía para que mi solicitud sea clara y poderosa. Reconozco que, en momentos de desesperación, mi espíritu ha flaqueado. Pido perdón por todas esas veces y me comprometo a mantener la calma y la fe en el futuro.
En este momento de cierre, confío en que recibiré la llamada que tanto anhelo en los próximos 10 minutos. Estaré atento y agradecido por la respuesta divina que reciba. Que así sea, en armonía con el universo.
Amén.
¿Cómo lograr que me llamen en 10 minutos o menos?
La fe, como una semilla, crece con cada experiencia en la que nuestras pequeñas peticiones son atendidas. Comenzamos con actos de fe aparentemente insignificantes: pedir una conversación en la calle, recibir una invitación puntual o reencontrarnos con personas en el momento adecuado.
Cada vez que estas peticiones se hacen realidad, nuestra fe se fortalece. La práctica constante nos muestra que existe un poder superior dispuesto a escucharnos. La fe se vuelve una certeza basada en la evidencia personal. A medida que confiamos más en este proceso, nuestras peticiones pueden crecer en importancia.
Por último, la oración para que me llamen en 10 minutos será cultivada y tendrá una efectividad que será de no creer para aquellos que no depositan su fe en Dios.